Cada una es única:
Antes que nada hay que comprender que no existen dos árboles iguales, cada uno es único en su especie, y aunque se trate de dos árboles pertenecientes a la misma, el clima, enfermedades, la edad, el proceso posterior de aserrado y secado definirán el rostro y el sonido de este.
El corte de la madera es un proceso muy importante. En el se definirá la dirección de las vetas y el dibujo que posteriormente se formara en el instrumento. Se supone que las vetas han de ser rectas, paralelas y sin nudos, siempre en la medida de lo posible. Esto seria lo ideal en el caso de la tapa armónica, pero en el caso del fondo y los aro nos encontramos muchas veces en la situación opuesta.
Las guitarras más caras suelen lucir unos dibujos muy irregulares y bellos. Seria muy bueno que el guitarrista de hoy comprendiese que estos dibujos suelen tener que ver más con la estética que con el sonido. De hecho, solo los expertos pueden reconocer de oído la diferencia entre una guitarra de palo santo de brasil y otra de palo santo de india.
Esta diferencia si se notara en el precio de una manera mas destacada. La primera guitarra en ocasiones puede costar hasta dos o tres veces más que la segunda.
Como pueden ver, este es un negocio muy lucrativo. No olvidemos que una madera normalita, aserrada con maestría, puede parecer de las más exclusivas en el mundo. Los fabricantes de instrumentos y los constructores saben esto, y en estos tiempos de crisis seria muy inteligente empezar a diferencia algunos tipos de madera y sus cortes.
CIPRÉS:
La madera de cipres es fuerte y duradera. Es de un color agradable, pardo –amarillento, y puede variar hacia un pardo-rosado. El color de la madera varia según se desarrolle el árbol en un lugar mas o menos pantanoso.
El color mas oscuro de la madera hay que asociarlo a u desarrollo de madera estival, y por lo tanto a una mayor durabilidad. Es la madera que tradicionalmente se ha utilizado en la construcción de la guitarra flamenca. Durante el siglo pasado el mas famoso fue el ciprés de Aranjuez, pero la tala descontrolada de estos árboles ha provocado que actualmente no quede ningún árbol (esto pasa de verdad) en condiciones adecuadas. Esta madera no suele rajarse ni tampoco le ataca la polilla, ya que es rica en resina. Debido a que pertenece a la familia de las maderas blancas su porosidad es mayor, así que presenta mayor debilidad ante los cambios de humedad. En Consecuencias, un instrumento hecho de esta madera no soporta demasiado bien los viajes, los cambios de pais o de continente.
PALO SANTO DE LA INDIA:
Pertenece al grupo de maderas duras y en peligro de extinción debido a la tala descontrolada. Es de color entre pardo brillante y púrpura. Tiene estrías de color purpura oscuro o negro. El grano es entrelazado, proporcionándole un dibujo particular de bandas en las superficies radiales. Es de textura un poco áspera y lisa. Pese a su gran dureza, se trabaja bien y se seca con facilidad.
Tradicionalmente se utiliza mas para la contracción de guitarras clásicas, y en los últimos 30 años para la flamenca.
Los instrumentos hechos de esta madera suelen pesar más y debido a su gran densidad soportan mejor los viajes.
PALISANDRO DE RIO:
También conocido como palisandro de Brasil, Jacaranda, palisandro, Jacaranda de Bahía o Jacaranda preto. El palisandro procedente de árboles jóvenes carece de atractivo, pero no es así con el de árboles viejos, que proporcionan una de las maderas mas decorativas existentes.
El color puede variar mucho, pero le caracteriza el pardo anaranjado con estrías muy oscuras o casi negras de dibujo irregular. El palisandro de rió suele ser mas claro que el de la india, se trabaja bien y también se puede curvar con facilidad. Actualmente, esta madera esta muy protegida y hace falta un permiso especial para construir con ella. Al ser muy codiciada por los fabricantes de muebles, constructores y por los propios músicos, su precio en el mercado se ha disparado hasta alcanzar unas cifras astronómicas. No obstante, si comparamos sus características como la densidad, estabilidad, dureza, durabilidad, embotado, compacidad y resistencia al impacto, es prácticamente la copia calcada del palisandro de la india.
FRUTALES (NOGALES, CEREZOS, PERALES):
Todas estas maderas pertenecen a las maderas duras y de lento crecimiento; no hay que olvidar que los primeros cañones fueron hechos con troncos de cerezo. La mayoría de instrumentos antiguos están hechos de estas extraordinarias maderas. Las maderas exóticas fueron muy difíciles de conseguir hasta hace relativamente poco tiempo, así que los constructores investigaron y consiguieron un sonido de gran belleza con las maderas autóctonas. Si nos olvidásemos de modas, mimetismos y nuestros prejuicios, y si buscásemos una madera ideal para construir una guitarra probablemente la encontraríamos en este gran grupo.
SICOMORO, ARCE:
Otros nombres: arce, plátano, higo selvático. Probablemente nos encontramos ante la “madera de las maderas”. Este árbol crece en Europa y Asia occidental. Es una madera de textura lisa y fina. De grano recto, pero también puede ser ondulado, dando lugar a un veteado en dorso de violín cuando se corta al cuarto. Su color es entre blanco – amarillento y amarillo. Con un corte adecuado (desenrollado), se consigue el dibujo conocido como “el ojo de perdiz”, de una belleza extraordinaria y muy caro. Se seca bien al aire o en estufas, pero hay que tener cuidado durante este proceso a un cambio excesivo de temperatura, que puede afectar al color o dar lugar a un manchado. No se encuentras en peligro de extinción y es relativamente de fácil acceso, salvo el ojo de perdiz o rizado. Muchos instrumentos antiguos, como guitarras barrocas, laúdes, también fueron hechos por esta madera. Suele presentar un timbre muy particular (un poco nasal), de gran definición y belleza. Cuesta entender que hoy en día se fabriquen tan pocas guitarras profesionales con esta gran madera.
TAPA ARMÓNICA:
Nunca he visto a un guitarrista que pruebe una guitarra sin que mire su tapa armónica primero. Curiosa costumbre la nuestra. ¿Por qué miramos las vetas y si hay presencia de manchas y nudos? ¿Intuimos algo? ¿Lo hemos oído o sabemos algo? A ver que pasa allí.
Vetas:
Imaginaros un tambor: debajo de su membrana suele estar unas cuerdas tensadas (las ponen últimamente en los cajones y otros instrumentos de percusión), y al percibir la membrana el impacto de una baqueta, las cuerdas se ponen en vibración prolongando el sonido de este.
Pues las vetas que tanto miramos son equiparables a estas cuerdas. Seria algo como añadirle a la guitarra muchas cuerdas que suenan por simpatía.
En una ocasión, un constructor legendario me dijo que un nudo en la tapa armónica es como una roca en un rió, que divide el agua y crea remolinos. En teoría, cuantas mas cuerdas (vetas) y mas paralelas, conseguiremos mas armónicos.
Pero esta es solamente la teoría.
Cedro rojo versus Pino abeto
Las tapas armónicas suelen ser hechas de cedro rojo o pino abeto alemán. Parece ser que el cedro rojo reúne mejores características a la otra de construir una tapa armónica. Su peso es de 320-430 Kg/m3 y la velocidad de transmisión de ondas sonoras en dirección de la veta es de aproximadamente 4100m/s.
El cedro es una madera muy agradecida a la hora de trabajar con ella, no presenta problemas en el secado, es más flexible y las vetas son más rectas, mas paralelas y mas abundantes.
Acústicamente hablando, los resultados suelen ser bastantes buenos desde un principio. Casi podríamos decir que en igual de condiciones, el cedro rojo seria el ganador. Pero estas características tan formidables son para el cedro también su condena.
En su afán de conseguir unos graves generosos, algunos constructores a la hora de regruesar la madera, adelgazan mucho la tapa, dándole unos perfiles muy bajos. Esta tapa desde un inicio vibra bien, y el instrumento suele tener bastante potencia sonora, pero unos años después la guitarra suele venirse abajo, presentando síntomas de agotamiento acústico. Se vuelve sorda.
Si cogiesemos una muestra de esta tapa y la mirásemos a través de un microscopio veríamos que la resina cristalizada (durante el proceso de secado) que se encuentra en los poros de la madera, esta facturada y molida.
La excesiva vibración de la tapa ha roto su propia estructura cristalina.
Hay que mencionar que el pino abeto no esta exento de este peligro, pero este es muchísimo menor. Ante estas características, muchos constructores optan por dejar las tapas de cedro mas gruesas, pero esta práctica a veces tiene los costes acústicos muy elevados, se pierden los graves y el registro medio resulta muy anodino.
De todos modos el cedro es una gran madera y los buenos guitarreros saben muy bien como sacarle partido.
El Pino Abeto tiene un peso entre 400-500kg/m3 y trasmite la onda sonora aproximadamente a 3600 m/s en la dirección de la veta. Le precede la fama de que su sonido mejora con el tiempo y que se raja con más facilidad debido a su dureza. A menudo nos podemos encontrar con guitarras cuya tapa de pino esta rajada en la zona central.
Esto se debe al excesivo adelgazamiento a la hora de perfilar la tapa por el constructor, a un brusco cambio de temperatura o de humedad. Esta madera es más blanca y las vetas son tan paralelas como en el cedro. Puesto que la tapa armónica esta hecha de dos piezas, el problema de la simetría entre las vetas esta resuelto dejando las vetas mas estrechas en el centro. Y esto es lo que muchas veces mira nuestro guitarrista a la hora de probar una guitarra.
También hay que decir que algunos grandes constructores han sostenido la teoría de que la veta ancha tendrá que estar en el centro de la tapa. La cosa tiene mucha miga. Por un lado, un instrumento así no es estéticamente bonito, pero por otro lado las vetas oscuras y anchas indican mayor densidad en esta madera. No lo olviden, las vetas son como cuerdas. Hay que oír lo bien que suenan las guitarras con este tipo de tapas. Pero aquí topamos con el propio dogmatismo estético de los guitarristas.
Recuerden: no hay dos árboles iguales y como podemos ver, los dos tipos de maderas tienen sus pros y contras. Y este es precisamente el punto crucial donde un buen y diligente constructor sabe que espesor dar a una tapa y donde quitarle donde dejarle madera. Un constructor solo no puede construir más de 20 guitarras al año, y es mucho. Existen empresas y constructores con producción anual de 1.000 y 30.000 guitarras al año, es imposible que cada tapa este tratada como es debido. ¿Y que pasa con otras partes como aros, fondo y mástil…?
¿Y que pasa con la colocación de barras armónicas, que juegan un papel de lo mas importante? Una mala colocación de estas puede destruir por completo el sonido de una guitarra dejándola sorda o peor aun, puede liberar demasiados armónicos en forma de ruido. Pero esta es otra historia esto es la construcción pura y dura.
La guitarra es una suma de muchos factores y tal vez el más importante sean los Guitarristas.
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