La imagen pública.
Hoy en día se fabrican muchos tipos de cuerdas y si los guitarristas lo tienen difícil para elegir, los bajistas sí que pueden perderse en esta jungla. Los anuncios, la mayor parte de las veces, lejos de orientarte más bien te lían en un torbellino de gráficas y diagramas espectaculares y jerga técnica. Ante esto, el argumento definitivo para nosotros debe ser lo que nos digan nuestras manos y oídos. No son los fabricantes o importadores los que han de decirnos qué debería gustarnos, somos nosotros los que debemos decirles (en metálico, el lenguaje universal) cuándo lo están haciendo bien. La publicidad se hace con objeto de aumentar las ventas, lo que permitiría ajustar los márgenes y abaratar el producto (pero esto no sucede necesariamente así, también puede simplemente aumentar los beneficios). ¿Vale todo con tal de vender? Según a quien, sí o no. Algunas veces encuentras cuerdas fabricadas en México o Asia cuyo embalaje asegura que están fabricadas en USA. Ocasionalmente, alguna compañía atribuye a sus cuerdas propiedades que violan de forma manifiesta las leyes de la física. Para nosotros, más comprometidos con el sonido que con la física de materiales, la prueba del algodón es probar tanto las distintas variedades que fabrican las grandes marcas como las que comercializan los pequeños luthiers bajo su nombre.
Viviendo en un mundo material.
¿Por qué los fabricantes discuten tanto sobre el diseño y tan poco sobre los materiales? Quizá sea porque los materiales son un terreno tan objetivo que casi no dejan cancha a la especulación. Nos vamos a encontrar aquí a tres familias principales (naturalmente, hablando de instrumentos eléctricos): cuerdas de acero inoxidable, de níquel y de níquel puro. Aunque cada fabricante usa su propia aleación se puede decir en general que:
* Todas las cuerdas arriba mencionadas tienen un núcleo de acero.
* Las cuerdas llamadas de níquel tienen un entorchado que, en realidad, es de acero con un baño de níquel.
* Las cuerdas de níquel puro sí tienen un entorchado de níquel.
* Dado que el níquel no es un material ferromagnético, para un mismo calibre las cuerdas de acero dan mucho más volumen.
* Asimismo, las cuerdas de acero tienen un timbre más brillante y, puesto que el acero del que hablamos es acero inoxidable, son también más duraderas.
* Por otra parte, las cuerdas con más níquel producen un timbre más cálido y un menor impacto sobre los trastes.
Hace años algún fabricante comercializó cuerdas con un entorchado externo de cobre. Los ‘slappers’ hasta darse cuenta de la corta vida que tenían unos juegos tan caros. El último aporte, en tema de materiales, es el entorchado externo de oro que llega a doblar el tiempo de duración de la cuerda y que produce un timbre característico.
Nuclear sí, por supuesto.
Para que una cuerda suene ‘musical’ debe ser capaz de vibrar en una serie de sobretonos exactos y esto no podría lograrse si la cuerda, a partir de un determinado calibre, fuera un solo filamento de cable grueso. Por eso, cualquier cuerda de un calibre superior a un 0’20” y algunas de calibre inferiores se componen de un núcleo y una o varias capas de entorchado (fig.1). Según algunos diseñadores, todas las aleaciones de acero inoxidable suenan más o menos igual; el factor más importante para determinar el timbre sería la relación núcleo-entorchado (core-wrap ratio). Algunos fabricantes trabajan con un núcleo muy fino y un entorchado muy grueso, buscando más brillo y flexibilidad, pero encontrándose también con una disminución del volumen y el ‘sustain’ y la cuerda que se desafina antes. En cualquier caso, una mayor flexibilidad permite que la cuerda ascienda más por la escala de sobretonos y que éstos se ajusten más en alineación, mientras que una mayor rigidez hace que los armónicos vayan desplazándose (desafinándose) hacia los agudos (efecto piano). La relación núcleo-entorchado también afecta al tacto de la cuerda, al que los músicos suelen llamar ‘tensión’ (no confundir con suspense), pero que en realidad se usa la combinación de la flexibilidad y la verdadera tensión (medida en libras, kilos, etc.) requerida para afinar la cuerda. Una cuerda con un núcleo más pesado es más rígida y ofrece más resistencia. Los fabricantes dedican mucho tiempo y esfuerzo buscando un buen tacto en sus productos, no sólo en cada cuerda individual sino en los juegos completos (tensión compensada). Existen dos formas de hacer los núcleos: cable de sección hexagonal (la mayoría) y cable de sección circular (fig.1). El núcleo produce una cuerda más brillante y más estable, ya que el entorchado permanece fijado por las esquinas a lo largo de toda la extensión del núcleo. Las cuerdas de núcleo redondo tienen menos cámara de aire debajo del entorchado (más masa, más volumen) y, en consecuencia, menos espacio donde acumular sudor y suciedad (mayor duración) pero permiten que el entorchado se deslice más fácilmente si no se fija con el debido cuidado. Algunos fabricantes aplanan una sección del núcleo a unos 45cm del extremo libre de la cuerda, esto ancla el entorchado y, al mismo tiempo, hace la cuerda más flexible y brillante. Algunas compañías modifican el entorchado una vez instalada sobre el núcleo (‘Groundwound’ ‘Halfround’ – Fig. 2) para hallar un compromiso entre el tacto de una ‘Flatwound’ y el brillo de una ‘Roundwound’. Las cuerdas ‘compresión-wound’ pasan por rodillos que aplanan el entorchado exterior contra las partes internas de la cuerda. Otra forma de conseguir el mismo efecto, pero sin alterarlas mecánicamente. Los materiales, una vez instalados, se utilizan para el entorchado externo de un cable de sección díptica (oval-shape) con lo que además se logra menor fricción en el traste y menor siseo de la cuerda.
Cruzar el puente, pero mojándose.
En los 70 aparecen por primera vez en el mercado las cuerdas llamadas ‘exposed-core’ cuyo entorchado termina justo antes del puente, de modo que el núcleo desnudo pasa sobre la selleta (mayor flexibilidad y sustain). Tras esto muchas compañías desarrollan una solución intermedia (que remedio, el inventor del ‘exposed-core’ lo había patentado), las cuerdas ‘Taper-wound’ (usualmente mal llamadas ‘Taper-core’) Fig. 3, que tienen una sola capa de entorchado sobre la selleta. A favor: Si la flexibilidad es importante en toda la longitud de la cuerda, es crítica en los llamados puntos testigo (winesspoint) de los cuales uno es móvil (el punto donde se pisa la cuerda) pero el otro es fijo (la selleta). En contra: Una cuerda debería ser uniforme, en relación a la distribución regular de sobretonos, tanto en diámetro como en masa. Si eliminamos masa de un extremo, cuando octavemos el traste 12 estaremos desafinando, en una medida casi imperceptible, el resto de las notas (no importa en vivo, pero sí en estudio).
Marcas y fabricantes.
¿Hacen las pequeñas marcas sus propias cuerdas? No, pero esto no significa que te vendan la misma cuerda que el fabricante hace para su marca principal. Cada marca tiene su propio diseño que el fabricante respeta escrupulosamente. Algunos incluso suministran los materiales y envasan los juegos previo control calidad.
A mano o a máquina.
He aquí el terreno más disputado entre fabricantes. Ninguna cuerda es hecha 100% automáticamente y nadie hace el entorchado alrededor de un núcleo con un par de tenazas. En ambos sistemas el núcleo gira en una especie de torno; en una cuerda ‘hecha a mano’ un trabajador guía manualmente el cable del entorchado sobre el núcleo según este gira, controlando tensión y agudo de entradas; en el proceso automático esta operación lo hace un carro motorizado y los distintos parámetros son controlados y corregidos por un ordenador. Los ‘automatistas’ dicen: “hay un límite para lo que la mano y el ojo pueden hacer”. El más mínimo error arruina una cuerda”. Llevando esta filosofía a su extremo algunos de ellos incluso fabrican las máquinas que usan durante el proceso y las van computerizando a medida que se abarata la microelectrónica. Por otro lado los ‘manualistas’ argumentan: “Las cuerdas comparten la misma naturaleza de los instrumentos, cada cuerda es distinta. Un hombre es un ordenador viviente de mayor potencia que cualquier máquina. A lo largo de un proceso manual cada instante es un control de calidad”. No sacar de todos modos la impresión de que la automatización elimina el control llevado a cabo por personas. Muy por el contrario los controles son repetidos y rigurosos. ¿Puede un ordenador ser más preciso que un operario que lleva 30 años perfeccionando el mismo proceso en la misma máquina?, quien tenga la respuesta que tire la primera semifusa. Personalmente prefiero (a igual relación calidad esto es sonido-duración-flexibilidad-precio) mantener con mi dinero a un operario que amortizar un microchip.
Decisiones.
Puede que esta pequeña guía te ayude a encontrar lo más parecido (o algo que te guste más) con un mínimo de tanteo y correción (gastando menos pelas, vamos). Algunos bajistas que usan cuerdas muy pesadas notan que el brillo de estas se apagan rápidamente. Esto se previene sobretensando la cuerda en el momento de la instalación, aproximadamente un tono y luego volviendo después a la afinación estándar. Este procedimiento es absolutamente inútil para las cuerdas viejas pero prolongará el brillo de las nuevas.
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