El precio de una guitarra eléctrica

Presentamos una escala de guitarras eléctricas de cuerpo sólido, en función de sus precios de venta al público. Viene a ser la respuesta al dilema de si hay un precio que haga justicia a dichas guitarras. He aquí una guía que os solventará el problema, escalando desde las guitarras más simples en componentes y desarrollo, hasta las mayores maravillas de las seis cuerdas con las que todo guitarrista sueña. Es una jerarquía, la escalera hacia el cielo.

PRIMEROS ANDARES: DE 100 a 400 €
Tu primer amor. Es la guitarra que adquieres cuando te enamoras de los sonidos que, posteriormente, vas a cultivar a medida que aprendes. Como primer punto, aunque no es el rango de precios que más variedad ofrece de posibilidades, procurad tomaros vuestro tiempo. Primero analizad los sonidos que os han influenciado, pues independientemente de si se trata de baja o alta gama, todas las guitarras eléctricas tienen una serie de componentes comunes: electrónica, mástil, hardware y cuerpo (éste es el que mayor cantidad de encolados posee en el rango de precios que nos encontramos). Así si os influencia, por ejemplo, Stevie Ray Vaughan, lo ideal es que penséis en una estructura típica de la stratocaster (tres pastillas simples en un cuerpo de aliso, a ser posible); por el contrario, si os influencian figuras como Jimmy Page, la tendencia sería hacia una configuración Les Paul: dos pastillas humbucker y cuerpo, a ser posible, de caoba (normalmente en este rango la caoba se sustituye por kaurí -agathis-, que es una madera mucho más barata, pero de naturaleza similar, aunque proporciona menor sustain y calidad acústica en general). Ni que decir que cualquier instrumento de esta gama tiene, en general, maderas con la menor resistencia frente a cambios meteorológicos.

Dicho esto, centrémonos en otro criterio: el hardware. Normalmente, en estos precios no podemos esperar que el puente y el clavijero estén fabricados en acero inoxidable de primera. No obstante, conviene tener en cuenta algunos puntos que contribuirán a una selección de hardware más acertada. En caso contrario, tendremos un problema que se acentúa conforme más célebre sea la marca de la guitarra, asunto que trataremos posteriormente.

De entrada, en general, conviene huir de los puentes flotantes. Aparte de que tales puentes en este rango suelen ser de calidad algo baja, el clavijero también lo es; esto desemboca en una desafinación segura al accionar el trémolo un par de veces, y más aún si se hace con velocidad, que es lo que suele interesar. Aparte, los puentes flotantes (especialmente los basados o licenciados en Floyd Rose) disminuyen el sustain con mayor intensidad que cualquier otro tipo de puente, dada su estructura.

Por estos motivos, mi consejo es que, si podéis prescindir del uso de trémolo, escojáis preferentemente una guitarra con puente de cuerdas a través del cuerpo (string-through body) o tune-o-matic. En caso contrario, es preferible optar por un puente con vibrato estándar, es decir, que sólo permita destensar las cuerdas.

Respecto a la electrónica, en general acostumbra a ser un estándar, que no suele variar hasta alcanzar categorías que ronden los 600 euros, por lo menos.

Aquí conviene recordar que, en una guitarra, lo más importante es el material con el que está elaborada (por lo general madera, aunque existen cuerpos de guitarra fabricados con materiales sintéticos). Esto significa que llevar a cabo cambios en la electrónica no va a mejorar significativamente el sonido de la guitarra (sean pastillas, potenciómetros, etc).

Otro asunto fundamental: las marcas. Hay que tener cuidado al guiarse por las marcas, dado que las filiales de gama baja que tienen las grandes firmas conocidas por todos suelen hacer grandes tiradas, y los modelos económicos resultan ser, en muchos casos, auténticos fracasos industriales; especialmente hoy día.

El tirón de las marcas suele ser un recurso empleado por algunas de las tiendas que he visitado a lo largo de mi vida, por lo que debéis tener presente esto y probar todo lo que podáis para estar satisfechos.

Parte de las marcas que, según mi experiencia tras probarlas, me han sorprendido en su relación calidad-precio en este intervalo son: Yamaha, Peavey, Lag, Schecter y Dean, entre otras. Cabe destacar la Yamaha Pacífica 112, la Lag Jet JV200 y la Peavey EXP ACM.

Dicho esto, atentos, pues no debéis considerar una guitarra de bajo precio como una guitarra para principiante, pues hay algunas que por 400 € empiezan a rozar la frontera de lo semiprofesional gama baja. Como prueba de ello, a continuación se muestra una tabla con modelos que a mis ojos valen más de lo que cuestan. (Tabla con precios orientativos a modo de referencia)

Como es de suponer, estos instrumentos están elaborados respectivamente en Corea, Taiwán, Corea, China (con acabados en Francia) e India.

PELDAÑO SEMIPROFESIONAL: DE 400 a 700 €
Esta es una de las fases más largas de aprendizaje y desarrollo de todo guitarrista: la transición semiprofesional. La guitarra adquirida en esta etapa es la típica con la que harás bolos en cantidad y a la que más cariño le cogerás. Ni que decir que no habría espacio suficiente en mil páginas para mostrar la enorme variedad de guitarras que hay disponibles en este intervalo. Son guitarras que, al ser de gama media, son susceptibles de muchas modificaciones con el tiempo, por lo que acabamos teniendo un “Frankenstein” por guitarra con los años.

Aquí, los fanáticos del Floyd Rose ya pueden encontrar algún modelo interesante; especialmente en Jackson o Ibanez. Eso sí, mi consejo es que no forcéis demasiado la acción del trémolo, pues se trata de puentes con licencia de Floyd Rose y no originales, por lo que sus piezas de construcción, aunque aguantan…

Por otra parte, encontramos guitarras con clavijeros Grover y acabados más interesantes; pero cuidado, pues el acabado dorado, aunque bonito, con el tiempo, debido al contacto al tocar, puede acabar desapareciendo. Es ley de vida.

En cuanto a la electrónica, al hallarnos entre maderas de considerable calidad, sí que es buena idea sustituir las pastillas de serie de la guitarra por unas mejores, según preferencias de ecualización y ganancia. Las pastillas que vienen en stock son, en general, corrientes; aunque en Jackson las pastillas de las series Pro son Seymour Duncan y las de las series MG son EMG-HZ pasivas. Esto, sumado a la excelente fabricación japonesa y variedad de puentes, las ha convertido en una interesante recomendación, especialmente para los metaleros.

Por otra parte, los potenciómetros son de buena calidad, aunque quizá interese cambiarlos por unos de impedancia mayor (por ejemplo, un estándar de 250 kO por otro de 500 kO).

La oferta de las grandes firmas no está nada mal, aunque como digo, a igualdad de calidades, cuanto más rara sea la marca, mejor precio obtendremos. En cualquier caso, los acabados son buenos y ya disponemos de un presupuesto con el que aproximarnos más a nuestro sonido (Epiphone, si nos gusta el sonido Gibson, Stratocasters mejicanas y coreanas, PRS de la serie SE, guitarras decentes de siete cuerdas para no olvidar a los que cultiven Nu-metal, etc). Con todo, cabe destacar Fernandes, Epiphone, Fender, Ibanez, Wasburn, Jackson, Yamaha, Lag, Schecter, Blade, PRS y Cort (una excelente relación calidad-precio), entre otras; además de guitarras que emulan muchas (Variax 300, de Line 6).

Como he comentado antes, quizá os lleve a confusión el hecho de que las pastillas, en general, no sean de lo mejor. La primera mejora que hay que llevar a cabo en estas guitarras es la electrónica. Las empresas vinculadas no instalan, en general, pastillas de alto nivel, debido a que ello prácticamente les llevaría a igualarlo a sus modelos de gama alta, y el coste sería muy superior. Por ello, aunque cada día las pastillas de serie mejoran tecnológicamente, las que vienen en este rango de precios en, por ejemplo, Epiphone, Ibanez, Fender o Washburn no son precisamente una maravilla, aunque haya alguna excepción (Lite Ash de Fender, algunas Cort, y modelos de Yamaha como el AES620, analizado en el banco de pruebas). Como segunda mejora, una posibilidad es cambiar el puente flotante de licencia por uno original, o bien cambiar las clavijas por otras de mayor precisión.

Igual que antes, mostramos una tabla con características de modelos destacables en este rango de precios.

Estos instrumentos presentan una calidad mínima made in Korea, caso de todas salvo la Jackson y una máxima made in Japan, correspondiente a esta.

CALIDAD PROFESIONAL: DE 700 a 1.300 €
Ahora nos hallamos en lo que podría denominarse la transición de semiprofesionalidad a profesionalidad en guitarras de calidad superior. Tenemos una gran variedad de marcas cuyos mejores modelos alcanzan estos precios (no es el caso de las grandes firmas, especialmente en los modelos Signature).

Con este presupuesto podemos empezar a oler productos americanos de gama baja-media y japoneses de gama alta. Aquí prácticamente caben todas las firmas existentes en el mercado, así que la elección dependerá en gran medida de lo que hayamos probado antes, pues suele ser un producto análogo a la categoría semiprofesional, sólo que con componentes y materiales mejorados, y además suelen incluir una funda en el precio.

No obstante, con el tirón de algunas marcas mucha gente cree que compra instrumentos americanos 100%, cuando no es así; y es más, a estos precios deberíamos preguntarnos cuál es el truco. Aquí conviene decir que, en el caso de instrumentos americanos de gama baja en este intervalo (por ejemplo, Music Man con la serie SUB 1 y los modelos Highway 1 de Fender), el proceso de producción consiste en que las maderas son cortadas y montadas en otros países cuya mano de obra es barata, y luego son enviados a EEUU para realizar los acabados y el control de calidad.

Es por esto que la opción ideal sería adquirir una guitarra japonesa de gama alta, pues tanto acabados como electrónica son de primera y los patrones de construcción siguen estrictos controles de calidad, como es el caso, por ejemplo, de Ibanez Prestige (excelente madera de tilo, ligera, mástil revolucionario, gran sonido y versatilidad), de Epiphone Elitist, ESP-LTD o Jackson.

Sin embargo, con algunos modelos USA de gama media (Fender American series) la calidad se mantiene y rozaría el extremo superior de este rango de precios. Veamos el esquema de algunos modelos destacables.

La fabricación de estos instrumentos varía según precios: La PRS es de alta gama coreana, la Ibanez y la LTD son japonesas, la Gibson y la Fender son americanas, y la Blade es híbrida, pues cada material y ensamblaje se ha realizado en un lugar distinto, según los patrones de calidad establecidos por Blade en Suiza, que son, sin duda, muy exigentes.

CARÁCTER PROFESIONAL SUPERIOR (1.300-2.000)
Aquí llegamos al punto en que las guitarras adquiridas son para toda la vida, y que no les falta de nada. Se suelen comprar cuando se ha alcanzado una determinada edad, a la cual, como profesionales de la música, hemos ahorrado lo suficiente para comprarnos una guitarra definitiva (esa que tocas en directo nada más aparecer en escena). Ya las demás que tienes están en la reserva, por si se te rompe alguna cuerda.

Mostramos pues modelos destacables construidos en USA con material y electrónica de primera:

Son excelentes guitarras y muy distintas, en especial la Parker, por sus innovadoras características y su peso ligerísimo (6,5 libras); pese a todo, el diseño ha sido objeto de críticas extremas: a unos les ha encantado, y a otros nos parece horrendo.

SIN REPARAR EN GASTOS: MÁS DE 2.000 €
Cuando llegamos a este punto, realmente no hace falta que escatimemos en nada; basta con hojear cualquier catálogo de cualquier empresa, elegir y tenemos la guitarra de nuestros sueños, como puede ser una Gibson Les Paul Standard, una Gretsch Custom Shop, una PRS McCarty, una Charvel americana, una Fender Custom Shop o Vintage Series, etc. Todas tienen unos materiales fuera de serie y con una durabilidad en material y acabados casi eterna.

Sin embargo, si aún así no estamos conformes, lo mejor es contactar con las compañías y encargar al luthier una guitarra a medida. Si no reparamos en gastos, es la mejor opción, pues la guitarra se adaptará a ti como un guante sin necesidad de probar lo disponible.

CONCLUSIÓN
Cuando pensamos en rangos de guitarras, no hay que ceñirse al criterio de “si es cara es buena y si no, no vale para un profesional”, puesto que las excepciones están a la orden del día. Ya habéis comprobado que marcas como Lag o Parker se pueden poner a la altura de otras guitarras de sus competidoras, siendo estas últimas más caras, pero también más célebres. Si no sabes cuál es tu sonido y quieres empezar flojo, lo mejor es que elijas en las gamas bajas y pruebes. Como al principio se sabe poco, con el tiempo, los conocimientos adquiridos harán que la próxima guitarra que compres se aproxime a lo que de verdad buscas. Si de antemano tienes dinero y sabes cuál es tu sonido, siendo aún principiante, lo mejor es adquirir una guitarra de gama baja y, con los años, mejorarla o adquirir otra.

Sin embargo, los que cultivéis múltiples estilos necesitaréis dos guitarras completamente diferentes (lo ideal), o bien una guitarra versátil (configuraciones distintas de pastillas, electrónica complementaria, etc).
Por todo esto, hay que tener paciencia y analizar el mercado y las preferencias, que es lo más importante.

Jorge Asensio

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