Has decidido romper la inercia y mejorar tus habilidades como músico. Vas a tomar clases de guitarra. Enhorabuena, la formación jamás termina, y el trabajo que hagas hoy determinará el músico que serás mañana. Recibir unas clases de calidad es fundamental, pero lo que tú tienes que aportar como alumno es tanto o más importante que la labor del profesor. En este artículo he querido plasmar de manera organizada y comprensiva, todas las pautas que indico seguir a mis estudiantes para que extraigan el máximo provecho en sus clases. Todas han demostrado ser de enorme utilidad, independientemente del nivel, experiencia o estilo musical de los alumnos.
1) Ten claro lo que quieres conseguir. Tanto si deseas aprender a tocar sin mayor pretensión que romper tu rutina diaria, como si tienes la más alta aspiración profesional, sé honesto contigo mismo y clarifica qué es lo que realmente esperas de la guitarra. De esa forma, facilitarás el trabajo al profesor, que podrá afinar y adaptar los contenidos y orientación de las clases. Este punto necesita una revisión periódica, ya que nuestros intereses y objetivos son algo vivo y en constante estado de evolución.
2) Organízate. Incluso antes de empezar a recibir clases, es buena idea observar el tiempo del que disponemos y el tiempo que de verdad deseamos emplear en esta actividad. Aprender o mejorar con un instrumento requiere por encima de todo constancia, no funciona un enfoque esporádico. Sé realista, sé consecuente y pon el orden necesario para hacer lo que te interesa y te realiza cada día.
3) Haz un pequeño resumen de tu historia con la guitarra. Si es por escrito, aun mejor. Esto ayudará a que tu profesor se haga una idea aproximada de quien eres musicalmente y en que punto de tu camino te encuentras. El debería extraer información útil tanto de lo que cuentas como de lo que no cuentas. No es necesario hacer un currículum detallado. Trata de expresar en pocas líneas cual ha sido tu verdadera actividad musical, cómo has trabajado, que conceptos utilizas, cuales crees que son tus puntos fuertes y débiles y hacia donde te gustaría evolucionar desde el punto en el que te encuentras.
4) Toma notas antes de la clase. Anota todas las dudas y cuestiones que te preocupen. A menudo, el simple hecho de organizar la información hará que tu mismo hayes una respuesta lógica o creativa a cada problema musical. Muestra a tu profesor el trabajo que has realizado, tanto si crees que has resuelto el problema, como si no. Puedes utilizar un texto descriptivo, una partitura, una grabación o una combinación de todas ellas. Registra las ideas, sobre todo aquellas situaciones que te generen conflicto y/o interés.
5) Ten confianza. Aunque cueste creerlo, ciertos alumnos no creen que puedan mejorar en algún modo con la guitarra. Incluso tomando clases con un profesor que sepa ayudarles, están paralizados por su propia falta de fe en su capacidad. No des por hecho nada, y deja de mandarte mensajes negativos. La disciplina y persistencia siempre han de venir acompañados de la actitud adecuada. Todos los músicos partimos de cero y pasamos por lo mismo. Todos somos capaces de progresar. Sigue adelante de manera asertiva y jamás menosprecies tu talento ni tu dedicación.
6) Permanece concentrado. Aunque pase desapercibido, es muy frecuente que durante la clases los estudiantes salten de un concepto a otro sin relación alguna. Durante el tiempo de clase siempre debería haber tiempo para debatir y evaluar el trabajo realizado, para resolver dudas y para plantear cuestiones nuevas e incluso para relacionarse tratando temas extra musicales. Procura mantener la atención en cada tramo de la clase, si hay algo que te preocupa o necesita una explicación más detallada, exponlo al comienzo de cada clase. Profesor y alumno saldréis ganando.
7) Sé comunicativo. Por experimentado e intuitivo que sea, no esperes que tu profesor pueda adivinarlo todo. La enseñanza artistica va mucho más lejos que la mera transmisión de contenidos del profesor al alumno. Proporcionar feedback constante y actualizado es imprescindible para que las clases evolucionen con naturalidad y jamás pierdan su efectividad. Ser comunicativo implica además un ejercicio de reflexión previo, cosa que favorecerá el tomar plena consciencia de tu situación musical.
8 Sé paciente. No pretendas resolver todos los problemas en una clase. Cada cosa toma su tiempo, y querer abarcar mas de lo posible solo tiene consecuencias negativas. No existen atajos ni golpes de efecto para mejorar como músico. Practica paciente y constantemente, antes de lo que imaginas estarás obteniendo resultados.
9) Ten la mente abierta. Es posible que estés convencido de necesitar trabajo o profundización en ciertas cuestiones, mientras tienes lagunas de mayor importancia que te han pasado inadvertidas y necesitan ser solventadas para crear una base sólida. Sé lo suficiente flexible para aceptar cambios de enfoque en las clases y por supuesto, en tu manera de tocar. En cualquier campo artístico, el cambio es evolución, en eso se basa el progreso.
10) Crea nuevos hábitos. Mejorar constantemente tiene mucho mas que ver con la habilidad para cambiar, adaptarse y perseverar, que con el talento natural. Crea nuevas rutinas que sean líneas rectas a tus objetivos. Haz de la novedad una constante en tu progreso musical.
11) Asegúrate de practicar correctamente. No des por hecho que estar sentado con la guitarra, tocando el ultimo arpegio que has aprendido, es suficiente para alcanzar el siguiente nivel. Es mucho más importante cómo prácticas que lo que practicas. Asegúrate de tener instrucciones precisas sobre como practicar cada concepto que aprendas en clase.
12) Lleva un diario de práctica. Algo tan sencillo como anotar qué haces exactamente cada día y durante cuanto tiempo, es enormemente revelador. Un diario pone de manifiesto el tiempo real que inviertes en cada punto de tu practica, ayuda a equilibrar contenidos y a valorar el progreso.
13) Sé pragmático. Al recibir clases, es común aprender algo pero no llegar a asimilarlo, postergando así su verdadera aplicación. Implementa lo aprendido en las clases en tu forma de tocar, y hazlo lo antes posible. No proyectes acciones en el futuro, haz de la integración una constante diaria.
14) Ten iniciativa. Que estés recibiendo ayuda y dirección de alguien con más experiencia, no quiere decir que pierdas tu criterio y dejes de ser autodidacta. Preocúpate de relacionar contenidos, extrapolar ideas, explorar nuevos conceptos y desarrollar material propio. Todo eso, potenciará al máximo la efectividad de tus clases. La relación con tu profesor ha de ser colaborativa y horizontal. Implícate todo lo que puedas.
15) No huyas de las dificultades. Una actitud tan frecuente como inconsciente, es interrumpir el estudio de algo cuando se empieza a complicar, para saltar a otra cuestión. En ocasiones, esto se llega a convertir en una auténtica cadena de trabajos inconclusos. Es fundamental que el profesor defina bien y de manera realista los contenidos de la práctica, y es necesario que el estudiante persista para superar los obstáculos que se encuentre.
16) No esperes milagros, ni soluciones universales. Vivimos en un mundo globalizado y vertiginoso, donde cada vez conseguimos más cosas y más rápidamente. La tecnología sin duda, nos hace la vida más fácil. Pero hay que asumir que hacer música no es una carrera de velocidad, ni un problema a solucionar de la manera más eficiente. El mejor profesor del mundo jamás sustituirá la disciplina y la constancia. Haz un esfuerzo pequeño cada día durante un año. Si sumas 365 pequeños esfuerzos obtienes un resultado más grande de lo que imaginas.
17) Escucha música. Una de las mejores formas de entrenar el oido es escuchar música de manera analítica. Establece un vínculo entre lo que estudias, lo que tocas y lo que oyes. Trata de identificar los conceptos que trabajas en clase en los discos, y viceversa: aplica en tu música las nuevas ideas que extraigas de las audiciones.
18) Sé creativo. No te limites a estudiar conceptos y repetir ejercicios. Compón, improvisa y arregla. Dedica siempre una parte de tu tiempo a tocar sin pensar. Preocúpate de dejar fluir tus ideas. Eso arrojará luz sobre tus verdaderas necesidades y las cuestiones a tratar en las clases.
19) Sé constante. Si no has podido practicar el tiempo que habías planeado o incluso no te has sentido con la energía para cumplir el plan que te habías propuesto, es fácil que te sientas abatido, e incluso acabes por pensar que ni si quiera merece la pena asistir a la siguiente clase. Otro factor a tener en cuenta es que el ritmo de avance siempre es mas lento de lo que deseamos como estudiantes. Todos los musicos atravesamos picos y valles en nuestra andadura musical. Acepta cuanto antes, que esa fluctuación forma parte del camino, y sobre todo no permitas que la sensación de desánimo consiga que dejes de hacer música. Utiliza las clases como una fuente de motivación para persistir y seguir adelante.
20) Disfruta. Todo el tiempo empleado en mejorar como músico esta magníficamente bien invertido. Cada minuto es precioso y único. Tener la oportunidad de aprender algo que te realiza es una autentica fuente de felicidad y propósito en la vida. No todo el mundo tiene acceso a recibir una educación. Valora la gran oportunidad y saborea el proceso.
Espero que estos consejos te ayuden a sacar mucho más partido a tu educación y evites frustraciones innecesarias. Depende enteramente de ti, que progreses y llegues más lejos cada día.
Haz cambios. Motívate. Despega. Ahora mismo.
A través de mis clases por Skype estoy ayudando a progresar a guitarristas de todo el mundo. Si deseas estudiar guitarra conmigo, contáctame y pongámonos a trabajar juntos.
Escrito por Carlos Vicent
https://carlosvicentblog.com/2015/09/28/consejos-para-aprovechar-las-clases-de-guitarra/
gracias por este pagina tan informativa. estoy muy de acuerdo que es super importante disfrutar y aprender con ganas y motivacion….un saludo
Son muy buenos consejos. Se pueden resumir en dos, ser constante y aplicado 🙂